viernes, 4 de abril de 2014

La Estación Biológica de Doñana cumple 50 años

22/03/2014 Informativos Canal Sur  
La Estación Biológica de Doñana, centro del Consejo Superior de  Investigaciones Científicas (CSIC), cumple 50 años de actividad  afrontando retos como la escasez de agua, sobre todo las  subterráneas, y buscando mantener los sistemas de  conservación  obtenidos hasta ahora, de los que, según  han destacado los  responsables de la reserva, están "muy orgullosos".

El director del Parque Nacional, Juan Pedro Castellanos, ha  explicado que en los últimos 50 años "lo que más ha cambiado en  Doñana es el entorno", que ha pasado de las 67.000 hectáreas con que  se creó a ser "una comarca" de más de 110.000 hectáreas, a las que  hay que añadir territorio (hasta las 250.000 hectáreas) si se tiene  en cuenta el territorio sobre el que se deriva la actividad  socioeconómica del parque.

En este sentido, Castellanos ha explicado el cambio que la  sociedad de los alrededores de Doñana ha sufrido a lo largo de este  tiempo. "Antes los negocios tenían en sus paredes fotos de  futbolistas, de personajes, de la virgen del Rocío. Ahora hay mucho  que tienen fotografías de Doñana", ha explicado.

Precisamente, uno de los retos que se pone el Parque Nacional para  su futuro es "seguir buscando la implicación de la gente de la  comarca", que la zona "sea cada vez más querida" y seguir "intentando  que los ciudadanos se impliquen en la gestión".

Pero el principal desafío de Doñana para los próximos 50 años es  "trabajar en materia de agua". Los responsables del Parque han  explicado que no se trata de las marismas tan características de la  zona, que se llenan en invierno y se secan en verano, "porque ese es  el proceso natural", sino que "el problema está en las salinas  estabilizadas, que son aguas subterráneas que, además de alimentanr  las lagunas del interior del parque, se utilizan para la agricultura  y para el consumo personal de los habitantes de la comarca".

Según ha explicado el director de la Estación Biológica del CSIC,  Juan José Negro, estos 'depósitos' "no tienen ahora recarga  suficiente para los recursos que se le demandan" y, a su juicio, "no  se está considerando el agua que entra para determinar cuánto se  puede sacar". Así, ha denunciado que "habría que ser más cuidadoso  con el consumo y estudiar la proporción de lluvia que cae cada  temporada para poder estabilizar la situación".

Al respecto, Castellanos ha pedido "mayores niveles de  coordinación" por parte de las administraciones en materia de agua  que, a su juicio, es lo que está retrasando que este tema pueda  avanzar". "En el tema del agua no sólo importa lo que pase en la  reserva, sino que es importante también lo que ocurre en los alrededores", ha añadido el técnico del CSIC, Fernando Ibáñez.

El único Centro 'Severo Ochoa' dedicado a la biodiversidad
La Reserva Biológica de Doñana fue creada en 1964 gracias a José  Antonio Valverde, biólogo, naturalista y ecólogo, que encabezó varios  movimientos para preservar las marismas del Guadalquivir en los años  50. Los esfuerzos de Valverde para preservar Doñana y fundar un  instituto de investigación se hicieron realidad en enero de 1965, con  la creación de la Estación Biológica de Doñana.

En un principio, la actividad científica de la Estación Biológica  de Doñana se centró en el ámbito de Doñana, pero el campo de  actuación se amplió pronto a otros ecosistemas, tanto dentro como  fuera de España.  De hecho, las instalaciones de la reserva alberga  casi una treintena de edificios, mantiene una infraestructura al  servicio de la investigación científica y tiene una sede que se  reparte entre un edificio central en la Isla de la Cartuja de Sevilla  y dos estaciones de campo: la Instalación Científica y Técnica  Singular del Parque de Doñana en Almonte (Huelva) y la Estación de  Campo de Roblehondo (Jaen).

Doñana tiene varias líneas de investigación que giran en torno a  la biodiversidad, con proyectos de investigación y un seguimiento a  largo plazo de los ecosistemas del parque. Toda la actividad que se  lleva a cabo en esta reserva le ha llevado a obtener el distintivo  Severo Ochoa que entrega el Ministerio de Economía y por el que se le  conceden 4 millones de euros en 4 años.

Además, Doñana participa en proyectos externos al parque. Así, en  sus terrenos se están realizando pruebas para la construcción del  tren La Meca-Medina que está construyendo un consorcio de 12 empresas  españolas. Las similitudes con el terreno en el que se construirán  las vías, ha llevado a los ingenieros a elegir Doñana para comprobar  algunos cálculos. El parque también participa en una red mundial que  mide los intercambios de CO2.

"Es una de las joyas españolas y uno de los  centros punteros del  CSIC", ha destacado el presidente del organismo público, Emilio  Lora-Tamayo, que ha añadido que es "un centro excelente" y que el  CSIC se siente "orgulloso" de su trayectoria "ascendente que ha  tenido a lo largo de los 50 años" y de la "visibilidad y repercusión  internacional", que se demuestra, por ejemplo, en su reconocimiento  europeo como Centro Científico  Tecnológico Singular. "Es una marca  dentro de la marca del CSIC", ha señalado.

Hitos científicos en Doñana
A lo largo de su historia, se han logrado numerosos hitos científicos en Doñana como, por ejemplo, las investigaciones en torno al lince ibérico. En la actualidad, el estudio sobre esta especie se  centra principalmente en la secuenciación de su genoma. Lo que se  busca aportar un recurso para el conocimiento de la especie y su  conservación y recopilar información que podría perderse en un futuro  próximo si la especie llegara a extinguirse. Además, los  investigadores del CSIC están llevando a cabo una evaluación  demográfica de estrategias de reintroducción del lince en la  Península Ibérica mediante modelos de simulación.

Otras de las especies más observadas son las águilas imperial y pescadora. El águila imperial (Aquila adalberti) es, junto con el  lince ibérico, una de las especies endémicas más características de  la Península Ibérica. Desde 2002 el CSIC ha llevado a cabo un  programa de reintroducción en Cádiz, entre cuyos éxitos cabe destacar  el nacimiento de polluelos por primera vez en más de 50 años en la  zona, que alberga ahora una nueva población autosuficiente. La  población mundial de esta especie era de 70 parejas en 1964, mientras  que en la actualidad alcanza casi las 500  parejas, todas ellas  asentadas en España.

Por su parte, los esfuerzos de recuperación del águila pescadora  (Pandion Haliaetus), especie extinguida en la Península Ibérica  durante 70 años, también han dado sus frutos. En 2009 varias de las  parejas introducidas en la península se reprodujeron y nacieron  varios pollos. Además, la presencia de los individuos introducidos  atrajo a nuevas águilas pescadoras procedentes de otros lugares. Las  poblaciones reproductoras actuales, en Cádiz y Huelva, son ya  autosuficientes.

En cuanto a la tortuga boba (Caretta caretta) del Mediterráneo son  unas de las más amenazadas del mundo de esta especie de tortuga  marina en peligro de extinción. Un equipo de investigadores del CSIC  en la Estación Biológica de Doñana ha llevado a cabo un programa de  reintroducción de esta especie en las costas españolas. También se  trabaja con los halcones y murciélagos.

"En estos 50 años Doñana ha ido creando escuela en España y en  Europa. Hacemos una ciencia muy adelantada y reconocida en  biodiversidad y hemos ganado en respetabilidad", ha concluido Negro.  El director del Parque Nacional, ha añadido al respecto que, el  futuro de Doñana, para por mantener "el nivel de trabajo, la  actividad humana" y "aprender a coexistir" en la comarca.

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