OURENSE
El Concello instauró esta categoría especial en 1976 para animar a
los jóvenes a participar
Los alumnos de las Franciscanas con el profesor Gonzalo Sánchez, con el maio (MIGUEL ÁNGEL)LA REGIÓN
Fue en el año 1963 cuando los centros de enseñanza comenzaron a participar como tales en la fiesta de los maios, y habría que esperar hasta el año 1976 para que el Concello realizara un llamamiento especial para que éstos aumentaran su participación en la tradicional fiesta ourensana, estableciendo para ello unos premios especiales para los escolares.
Con el tiempo, la importancia de los maios escolares no ha hecho sino aumentar, aunque no siempre es fácil lograr que los estudiantes puedan participar de forma activa en la elaboración de los mismos. Para animar a ello, el Concello de Ourense ha ampliado en esta edición el importe del premio al maio escolar, dotándolo con 300 euros.
Gonzalo Sánchez, profesor de las Franciscanas, lleva varios martes elaborando un maio tradicional en el aula de la naturaleza. "La intención de elaborar el maio era la de participar el domingo en la fiesta, pero no está muy claro si llegaremos a ello. La proximidad de exámenes y conseguir convencer a los alumnos de que vengan hasta aquí para elaborar el maio ha complicado un poco la labor", indica.
En la confección de esta obra tradicional ha contado con el apoyo de unos diez alumnos, de segundo de la ESO y Bachillerato, "y luego ha habido alguno más que ha colaborado, aunque no haya participado en su creación, como, por ejemplo, trayendo bolsas de musgo", explica el profesor.
"Hemos elaborado un maio tradicional para el que los alumnos ya realizaron salidas en busca del musgo y los carrabouxos. Sólo nos quedarían las flores, pero ésas, en caso de que participemos el domingo, serán para la última hora con el objetivo de evitar que se marchiten y queden feas", señaló Gonzalo Sánchez. Y ayer le dieron el último retoque al maio y afinaron las voces con las coplas que han escrito, ahora queda esperar si el domingo se animan los alumnos a participar en la fiesta.
Según recoge el maestro y pedagogo José Antonio Tarrío en sus investigaciones, el primer maio elaborado por niños que aparece documentado es del año 1949 y fue realizado por los niños del Orfanato de la Barreira. Añade que el año 1960 destaca porque en él participan tres maios muy significativos llevados a cabo con la participación de niños. Se trata del maio de la Ciudad de los Muchachos; el de la calle de Colón y el del barrio de O Couto. En los tres, son los más pequeños los encargados de la venta y el cántico de las coplas.
La vergüenza a la hora de cantar públicamente es, según varios docentes de centros públicos ourensanos, uno de los obstáculos para que los adolescentes se animen a participar. En cualquier caso, este año, desde la Concejalía, se espera que sigan aumentando el número de maios participantes.
El Concello instauró esta categoría especial en 1976 para animar a
los jóvenes a participar
los jóvenes a participar
Fue en el año 1963 cuando los centros de enseñanza comenzaron a participar como tales en la fiesta de los maios, y habría que esperar hasta el año 1976 para que el Concello realizara un llamamiento especial para que éstos aumentaran su participación en la tradicional fiesta ourensana, estableciendo para ello unos premios especiales para los escolares.
Con el tiempo, la importancia de los maios escolares no ha hecho sino aumentar, aunque no siempre es fácil lograr que los estudiantes puedan participar de forma activa en la elaboración de los mismos. Para animar a ello, el Concello de Ourense ha ampliado en esta edición el importe del premio al maio escolar, dotándolo con 300 euros.
Gonzalo Sánchez, profesor de las Franciscanas, lleva varios martes elaborando un maio tradicional en el aula de la naturaleza. "La intención de elaborar el maio era la de participar el domingo en la fiesta, pero no está muy claro si llegaremos a ello. La proximidad de exámenes y conseguir convencer a los alumnos de que vengan hasta aquí para elaborar el maio ha complicado un poco la labor", indica.
En la confección de esta obra tradicional ha contado con el apoyo de unos diez alumnos, de segundo de la ESO y Bachillerato, "y luego ha habido alguno más que ha colaborado, aunque no haya participado en su creación, como, por ejemplo, trayendo bolsas de musgo", explica el profesor.
"Hemos elaborado un maio tradicional para el que los alumnos ya realizaron salidas en busca del musgo y los carrabouxos. Sólo nos quedarían las flores, pero ésas, en caso de que participemos el domingo, serán para la última hora con el objetivo de evitar que se marchiten y queden feas", señaló Gonzalo Sánchez. Y ayer le dieron el último retoque al maio y afinaron las voces con las coplas que han escrito, ahora queda esperar si el domingo se animan los alumnos a participar en la fiesta.
Según recoge el maestro y pedagogo José Antonio Tarrío en sus investigaciones, el primer maio elaborado por niños que aparece documentado es del año 1949 y fue realizado por los niños del Orfanato de la Barreira. Añade que el año 1960 destaca porque en él participan tres maios muy significativos llevados a cabo con la participación de niños. Se trata del maio de la Ciudad de los Muchachos; el de la calle de Colón y el del barrio de O Couto. En los tres, son los más pequeños los encargados de la venta y el cántico de las coplas.
La vergüenza a la hora de cantar públicamente es, según varios docentes de centros públicos ourensanos, uno de los obstáculos para que los adolescentes se animen a participar. En cualquier caso, este año, desde la Concejalía, se espera que sigan aumentando el número de maios participantes.
Con el tiempo, la importancia de los maios escolares no ha hecho sino aumentar, aunque no siempre es fácil lograr que los estudiantes puedan participar de forma activa en la elaboración de los mismos. Para animar a ello, el Concello de Ourense ha ampliado en esta edición el importe del premio al maio escolar, dotándolo con 300 euros.
Gonzalo Sánchez, profesor de las Franciscanas, lleva varios martes elaborando un maio tradicional en el aula de la naturaleza. "La intención de elaborar el maio era la de participar el domingo en la fiesta, pero no está muy claro si llegaremos a ello. La proximidad de exámenes y conseguir convencer a los alumnos de que vengan hasta aquí para elaborar el maio ha complicado un poco la labor", indica.
En la confección de esta obra tradicional ha contado con el apoyo de unos diez alumnos, de segundo de la ESO y Bachillerato, "y luego ha habido alguno más que ha colaborado, aunque no haya participado en su creación, como, por ejemplo, trayendo bolsas de musgo", explica el profesor.
"Hemos elaborado un maio tradicional para el que los alumnos ya realizaron salidas en busca del musgo y los carrabouxos. Sólo nos quedarían las flores, pero ésas, en caso de que participemos el domingo, serán para la última hora con el objetivo de evitar que se marchiten y queden feas", señaló Gonzalo Sánchez. Y ayer le dieron el último retoque al maio y afinaron las voces con las coplas que han escrito, ahora queda esperar si el domingo se animan los alumnos a participar en la fiesta.
Según recoge el maestro y pedagogo José Antonio Tarrío en sus investigaciones, el primer maio elaborado por niños que aparece documentado es del año 1949 y fue realizado por los niños del Orfanato de la Barreira. Añade que el año 1960 destaca porque en él participan tres maios muy significativos llevados a cabo con la participación de niños. Se trata del maio de la Ciudad de los Muchachos; el de la calle de Colón y el del barrio de O Couto. En los tres, son los más pequeños los encargados de la venta y el cántico de las coplas.
La vergüenza a la hora de cantar públicamente es, según varios docentes de centros públicos ourensanos, uno de los obstáculos para que los adolescentes se animen a participar. En cualquier caso, este año, desde la Concejalía, se espera que sigan aumentando el número de maios participantes.
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